13.5.09

Libertad y determinismo

"Se puede decir que, si el postulado del determinismo es válido, entonces el futuro se podrá explicar en términos del pasado; y esto significa que, si uno conociese lo suficiente del pasado, sería capaz de predecir el futuro. Pero en ese caso, lo que acontecerá en el futuro, ya está decidido. ¿Y cómo se puede decir entonces que yo soy libre? Lo que va a pasar va a pasar, y nada de lo que yo haga podrá impedirlo. Si el determinismo está en lo cierto, yo soy el prisionero sin remedio del hado.

Pero, ¿qué se quiere decir al decir que el curso futuro de los acontecimientos está ya decidido? Si lo que se quiere decir es que alguna persona lo ha ordenado, entonces la proposición es falsa. Pero si lo único que se quiere decir es que, en principio, es posible deducirlo de una serie de hechos particulares del pasado, juntamente con las adecuadas leyes generales, entonces, aunque esto sea verdad, ello no implica, en último término, que yo sea el prisionero del hado, sin remedio. Ni siquiera implica que mis acciones no introduzcan ninguna diferencia respecto del futuro, porque ellas son causas, tanto como efectos; de manera que, si fuesen distintas, sus consecuencias serían también distintas. Lo que implica es que mi comportamiento puede ser predicho; pero decir que mi comportamiento puede ser predicho no es decir que yo esté actuando bajo constricción. En realidad es verdad que yo no puedo escapar a mi destino si se entiende que esto no significa sino que haré lo que haré. Pero esto es una tautología, exactamente lo mismo que es una tautología que va a pasar lo que va pasar. Y tautologías como éstas no prueban absolutamente nada acerca de la libertad de la voluntad
".

Alfred J. Ayer, "Ensayos filosóficos", Planeta-Agostini, Barcelona, 1986.

1 comentario:

  1. Hoy en día se puede hacer esta problemática más clara, menos confusa, en cierto sentido desde la neurociencia; pero la problemática filosófica de la misma neurociencia la hace aún más compleja. En sentido estricto, la libertad es un espejismo del ejercicio de una conciencia que se asienta en la confianza de su identidad. Lo que hace Ayer es suponerla con arreglo a un sustrato lógico capaz de dar explicación coherente a una identidad compleja. Es una suposición con sentido lógico que se queda desnudo ante todo lo que se sale de esa coherencia; es decir, se desfundamenta en la ontología de la incertidumbre, el reverso de la ontología de la confianza.

    Las leyes que se suponen al juzgar el pasado no son más que precipitación en su sentido futuro. Pretender el futuro con arreglo a una lógica del pasado, dictaminarlo conforme a un “ley”, no es filosofía sino religión. La ciencia y ciertas costumbres den filosofía, como se ve por doquier, son esa ideología ocultando su carecer religioso.

    Un saludo

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