Iniciamos una nueva sección dedicada a tratar de explicar algunas expresiones, términos y conceptos usuales en filosofía. Suelen ser, en ocasiones, algo intuitivos, pero en otras pueden causar confusión (por ejemplo, al distinguir entre trascendente y trascendental) o extrañeza, por su rareza u origen griego (hermenéutica, póiesis, eudaimonia...). La intención es ofrecer, de forma sintética, una definición o una reseña breve acerca de dichas expresiones, recurriendo casi siempre a los diccionarios, fuente vital para aclarar la abundante (y muchas veces excesivamente oscura) terminología filosófica.
Comenzaremos con un par de nociones que vienen siendo utilizadas sobretodo a partir del siglo XVI, con Descartes, pero cuya raíz se halla en la filosofía medieval: "a priori" y "a posteriori" son vocablos que provienen del latín, y que respectivamente equivalen a "anteriormente" y "posteriormente". Esto es evidente, pero, anterior y posteriormente, ¿en relación a qué, hablando desde la filosofia?
En función de cómo llegamos a conocer la verdad de un enunciado cualquiera, si es empleando únicamente la razón o si necesitamos recurrir a la experiencia para determinarla, llamamos a uno u otro como enunuciado a priori o enunciado a posteriori: así pues, a priori será todo aquel enunciado cuya verdad descubrimos lógicamente por la sola razón (y, por lo tanto, previamente a toda experiencia que sobre él podamos tener, puesto que no la necesitamos para esclarecer dicha verdad). Todo lo que nos ofrecen los sentidos, la introspección, etc. es prescindible en tal cometido; la razón nos basta. A posteriori, por su parte, será pues el enunciado del que no podemos saber su verdad hasta que no recurrimos a la experiencia. Kant lo resume así: "Entenderemos, pues, por conocimiento a priori el que es absolutamente independiente de toda experiencia, no el que es independiente de ésta o aquella experiencia. A él se opone el conocimiento empírico, el que sólo es posible a posteriori, es decir, mediante la experiencia" (Crítica de la razón pura).
Un detalle a tener en cuenta es que los enunciados a priori, y sólo ellos, son necesariamente verdaderos. Es decir, no pueden ser falsos, y también carecen de opuesto que no se convierta en una autocontradicción (término éste que a su vez también merecería, naturalmente, ser definido y aclarado en otra ocasión...). Los enunciados a posteriori son, sólo, contingentemente verdaderos, lo que significa que pueden ser verdaderos pero, también, falsos; como no son necesariamente verdaderos, necesitamos que la experiencia decante su verdad o falsedad. Y su opuesto, por el contrario, sí es siempre posible.
Por ejemplo, si decimos "si no brilla el sol, entonces es de noche", sabemos que este enunciado es necesariamente verdadero (y, por ello, a priori) sin que precisemos experiencia alguna al respecto. Conociendo lo que significa noche y sol determinamos, pues, la verdad del enunciado. Por otra parte, si decimos "si es de noche, brillan las estrellas" deberemos observar los hechos, el mundo empírico, para saberlo con seguridad (porque podríamos vivir en un planeta de atmósfera opaca, estar hoy el cielo cubierto de nubes, etc.) Así, las verdades necesarias se descubren a priori, mientras que lo contigente sólo a posteriori.
También hay, según creen algunos, conceptos a priori y a posteriori. Los primeros son innatos (o, si se quiere, implantados por Dios en nosotros), como los de substancia, necesidad, causa, Dios, etc., conceptos cuya comprensión no deriva de la experiencia. Los racionalistas suelen apoyar esta posición; las ideas a posteriori precisan, sin embargo, de la experiencia, por medio de la abstracción o definición, para realizarse o comprenderse en su totalidad. Los empiristas sostienen, lógicamente, esta postura, radicalizada en algunos puesto que afirman que todos los conceptos proceden de la experiencia.
Los a priori y a posteriori se conectan, en Inmmanuel Kant, con otro par de conceptos muy importantes en filosofía, los juicios analíticos y sintéticos, nociones que serán tratadas, si es posible, en un apunte futuro.
Joder, ¿y a eso le llamas tu una reseña breve?
ResponderEliminarSí, verdaderamente es una asignatura pendiente de este blog... aprender a sintetizar en el mínimo espacio posible el máximo contenido filosófico. Supongo que es algo que vendrá con la experiencia futura.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el comentario.
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ResponderEliminarGracias por tu blog, me ha permitido entender muchos conceptos
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buenas y enhorabuena por el blog, muy interesante...sólo una observación, en el ejemplo de "a priori" si no brilla esl sol, es por lo tanto de noche, realmente esta basado en la experiencia también, si tu no has tenido nunca, por la raz´n que sea experiencia con el día y la noche, como lo sabrias, por lo contrario sabemos que es el sol y que es la noche en base a la experiencia que tenemos, y como bien dices en el ejemplo de posteriori, como sabemos que no brilla por que hay nubes o lo que sea, que no brille el sol no implica que sea de noche...Un saludoo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario anterior sobre el ejemplo de a priori "si no brilla el sol, es por lo tanto de noche"... para nosotros es bastante obvio pero supongo que lo tuvimos que aprender mediante la experiencia, observando lo que sucede con el sol cuando no brilla y decir que es de noche; Pero esto también podría ser falso ya que puede ser un eclipse solar y no ser de noche... y como dices los enunciados a priori son necesariamente verdaderos por lo tanto tu ejemplo está mal.
ResponderEliminarMe parece un comentario por lo general bastante clarificado.
ResponderEliminarSolamente querría apuntar que no encuentro como válido el ejemplo que ponéis por un enunciado "a priori", ya que al decir: "Si el sol no brilla, es de noche". Como en el ejemplo "a posteriori" que dáis, quizás sea de día y el Sol no brille porque está nublado. Entonces no sería de noche y sería una cosa que tendrías que comprobar a través de la experiencia.
Gracias por el comentario
Este blog se veria mucho mas interesante cambiando el tipo de letra,el color del fondo y la organizacion del espacio.
ResponderEliminarMuchas Gracias
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ResponderEliminarConsidero que en todo lo que no ha intervenido la voluntad y acción humana es a priori, en cuanto que lo que el hombre someta a su dominio de experiencia resulta a posteriori, pero ambas observaciones nos conducen de manera obligada a la misma dirección: Que Dios es el Creador de todo lo que existe, haya o no sido sometido a la observación, experimentación y comprobación humana. Ejemplo: "Un árbol es un conjunto de realidades materializadas y de ideas específicas que el hombre no creó ni hizo" por tanto es algo que está bajo un conocimiento a priori, éste se convierte en un conocimiento a priori por el simple hecho de estar ahí frente a nosotros. Luego el hombre examina de lo que está hecho y cómo es que funciona, es entonces cuando pasa a ser un conocimiento a posteriori" pero igual la realidad es que ni una ni la otra condición hace que cambie el hecho de que el árbol simplemente exista. el conocimiento es a priori porque si decimos que el árbol es primero que la idea de "árbol" para anteponer la experiencia ¿Cómo es que estaría y sería árbol y podría funcionar? el hecho de que el conocimiento esté implícito dentro del árbol y que el hombre aún lo desconozca en su primera experiencia con él no termina de eliminar la realidad de que está ahí y alguien lo diseño.
ResponderEliminarEsta última conclusión es a priori y es también una razón absoluta por el simple hecho de que no existe otra forma de explicarlo: la idea pensada fué concretada para luego ser contemplada. Un vehículo fue una idea y un diseño antes de concretarse y ser contemplado solo que sabemos de donde provino la idea... del hombre... ¿de quién vino la idea del árbol y de toda la naturaleza?
ResponderEliminarYo creo que la reseña fue comprensible y bien resumida. lo que sucede a veces es quienes demuestran interes en la filosofia posiblemente poseen ya un bagaje de conocimiento basico fundamental que les ayuda en la asimilacion y comprension de breves reseña como esta. Ademas, pienso yo que los asuntos filosoficos o conceptos relacionados con, requieren el ir una y otra vez a ellos para ir interiorizandolos.
ResponderEliminarMe sirvio muchísimo, no puede estar mejor explicado.
ResponderEliminarEnzo Escobar sustenta que el conocimiento es a priori. Este razonamiento es apriorístico en sí, es una afirmación esclarecedora cuya contundencia parece no haber sido lo suficientemente sopesada por los visitantes del blog. Molto grazie.
ResponderEliminarMuchas gracias por el blog, me sirvió mucho para entender los conceptos, aunque opino que más bien el ejemplo "si el sol no brilla, es de noche" es correcto, que este nublado no significa que el sol no brille, el sol esta brillando todo el tiempo y en caso de que no lo haga sería de noche, o es lo que yo entendí. Gracias
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